Tangos i Colorins con Petraski

Petraski es una banda que fusiona la autenticidad y crudeza del tango rioplatense con el sabor a sal que infunde a la vista un canto rodado de una playa mediterránea.

Un viaje sin escalas entre Valencia y Buenos Aires; entre Castellón y Montevideo.

La finalidad y el resultado de visitar un concierto de Petraski no es solamente escuchar tango, sino caer inevitablemente en la atmósfera del arrabal en el que nunca estuviste. Esa nostalgia de lo que nunca has visto es lo que queda tras levantarte de la silla que te abrió la puerta a un mundo de sensaciones. Porque eso es lo que somos. No somos músicos, sino ilusionistas e hipnotizadores. Cuando el silencio se hace en la sala, se inunda del humo del cabaret de la Boca y del café de Russafa. La autenticidad palpable y la personalidad propia son la personalidad de Petraski para llevar a cabo lo que ellos mismos han denominado como Tango&Roll. Por el ambiente elegantemente
decadente que trajo el tango a Buenos Aires, el Blues al Mississipi o el flamenco a Granada.

Los arreglos y el mecánico de la nave que nos guía son, como el piano, obra de Néstor Zarzoso.

Experimentado y joven pianista y arreglista.

El toque mediterráneo musicalmente lo da el riguroso y dulce clarinete de Victor Peris, que suple al porteño y clásico bandoneón para aportar un sonido nuestro. Ese mediterráneo más musical.

La versatilidad y las seis cuerdas, así como la sonoridad corren a cuenta del genial Joan Herrero, quien con sus dedos que saben a quejido flamenco, nos dan un billete de eterna ida y vuelta.

Aquello que más nos transporta al arrabal bonaerense es el violín de Jesús Jiménez, quien con su genial vibrato mantiene esa tensión inequívoca que personaliza la pasión del tango, que aquí deja de ser tópico.

La máquina del tiempo y el peso es conducido por Diego Barberà; las piernas del conjunto ebrias de oscuridad y de sollozos.

La inconfundible y personal voz de Javier Cocona es la que aporta la guinda a este pastel, que galardona el llanto del blues y del rock&roll y lo comparte con el tango.

“…Y de repente seis elementos pasaron a ser uno.
Una piedra que lanzada y recogida por la misma mano,
cruza el mar a saltos sin sentirse
extraña en ninguna orilla.”